Ilustraciones de Andrea Antinori.
A buen paso. 2019
Edad
orientativa 0/1 1/2 2/3 +M
Ad.
Foto Óscar Cuevas
Pep Bruno
Narrador oral, escritor, editor y lector empedernido. Más de veinticinco años contando cuentos dentro y fuera de nuestro país. Es una de las personas que mejor conocen el oficio de contar cuentos y que más ha reflexionado sobre el mismo. Un hombre inquieto que juega como un niño con las lecturas, las palabras y los cuentos. Tuitero activo que publica un cuento twit todas las noches. Su web es un auténtico tesoro.
Andrea Antinori
Ha estudiado ilustración y diseño en el ISIA de Urbino (Italia) y también en la escuela Massana de Barcelona. Ilustra y a veces también escribe libros. Sus ilustraciones han sido seleccionadas en la exposición de la Feria de Bologna en 2017; con el libro La zuppa dell'orco, escrito por Vincent Cuvellier y publicado por Biancoenero edizioni, ha ganado el Premio Andersen en Italia; en 2016 ha sido incluido en la Honour List de IBBY Italia.
Información tomada de la web de A buen paso
Contar es un
libro que acaba de llegar. Apenas tiene
un par de semanas o tres en las librerías. Y estamos convencidos de que es un
libro que ha venido para quedarse. Para convertirse en un clásico a la altura
de El arte de contar cuentos de Sara
Bryant, el Pues señor de Elena Fortum o Contar con los cuentos de Estrella Ortiz.
Contar es el
primer libro informativo para niños, del que tenemos noticia, sobre este
oficio y arte de contar cuentos. Ha sido escrito por Pep Bruno, ilustrado por
Andrea Antinori, y editado por Arianna Squillioni en A buen paso.
Pep comienza el libro diciendo que hay algo que los seres
humanos hacemos y los animales no. Y es que los seres humanos somos capaces de
hablar de lo que no está aquí y ahora. Somos capaces de ficcionar. Pero es que
además, y gracias a la imaginación, añade el autor, somos capaces de ver eso de
lo que hablamos. A continuación profundiza en esta idea de la imaginación y de
la necesidad de imaginar y contar que tenemos los seres humanos. Y en cómo es
la palabra que se hace viva cuando nos reunimos y contamos cosas, lo que sea,
un chiste, una anécdota, o lo que he hecho esta mañana. Porque somos narración
en nosotros mismos. Y además, es que narrar es bueno, útil y emocionante.
Durante toda esta primera parte, Pep y las ilustraciones de Andrea establecen
con el lector una especie de juego o diálogo en el que van desgranando poco a
poco qué es esto de contar. Texto e ilustraciones están llenos de preguntas al
lector, de propuestas para pensar, imaginar, sonreír…
Tras este primer bloque Pep nos introduce en el qué contar.
Para contar, lo primero es tener algo que contar, dice él. Nos encanta la
ilustración del pescador de cuentos que ilumina esta parte. Porque directamente
nos introduce en las fuentes, en la pesca de una buena historia para contar. Y
lo primero es lo que se lleva contando cientos e incluso miles de años. La
tradición oral. Y después el texto fijado, la historia escrita, un recuerdo
vivido, imaginado… Y da una pista para saber cuándo estamos ante una historia o
no. Las historias siempre tienen tres partes, principio, nudo y desenlace.
La tercera parte del libro nos lleva al cómo contar. Lo
primero conocer la historia a fondo, sus pliegues, sus detalles… Después, para
no perdernos por la historia nos propone hacer el mapa, y por último empezar a
contarnos el cuento, a verlo en nuestra cabeza.
Por útimo, Pep propone al lector, a estas alturas contador en
ciernes, que cuente en público. Y para ello juega con algunas pistas, el uso de
un vocabulario que sea tuyo y de tu propia voz, la idea del contador como un
director de cine, la idea de la memoria autobiográfica, el olvido y el
recuerdo, y la idea de la mirada con el público. Son todas ideas muy
enjundiosas para los que nos dedicamos a contar cuentos, y que el autor
traslada al lector, al que va enfocado el libro, que para nada es un narrador
profesional, con un lenguaje, unos ejemplos y una manera de contar bien
amables, plenas y certeras.
El libro se cierra con alguna recomendación sobre el espacio
donde contar, la importancia de cuidar el acto, al público, y la necesidad de
contar, contar, y contar, como mejor manera de aprender a narrar cuentos.
Por último, nos regala cuatro maravillosas páginas sobre curiosidades
relacionadas con contar o con los cuentos contados. Y una breve bibliografía.
Las ilustraciones de Andrea Antinori son geniales, parten de
una sencillez exquisita, ojo, sencillez, que no simpleza. Y establecen una
serie de juegos con el texto escrito y el lector muy interesantes. La doble
página se afronta con el texto, limpio, claro y algún detalle ilustrado a la
izquierda, y la imagen rotunda en la derecha.
El formato del libro elegido por Arianna es, desde mi punto
de vista, un gran acierto, se encuentra a medio camino entre el álbum ilustrado
y los libros informativos inabarcables de alguna otra editorial clásica en este
tipo de propuestas. Un formato en definitiva manejable, amable.
MCC